Cucarachas: Una de las plagas más persistentes, las cucarachas se reproducen rápidamente y son portadoras de bacterias y enfermedades. Son especialmente peligrosas en cocinas y áreas donde se manipulan alimentos.

Ratas y ratones: Estos roedores pueden causar daños estructurales al roer cables eléctricos, madera y tuberías. Además, son portadores de enfermedades como la leptospirosis y el hantavirus.

Termitas: Aunque son pequeñas, las termitas pueden causar daños estructurales irreparables en hogares y edificios, alimentándose de la madera y otros materiales.

Hormigas: Aunque pueden parecer inofensivas, algunas especies de hormigas pueden invadir tu hogar en busca de alimentos, creando nidos dentro de las paredes o muebles.

Chinches de cama: Este tipo de insecto es difícil de eliminar y puede causar irritaciones en la piel, además de perturbar el descanso.